¿Tienes un pequeño mundo marino? ¡Descubre cómo hacer la mudanza de una pecera!

La mudanza de una pecera es delicada por su estructura, su sistema mecánico y sus pequeños habitantes.

Para los amantes del ecosistema acuático, mover a sus pequeños compañeros de un lugar a otro no es como agarrar una mochila y salir de paseo. Todo lo contrario, la mudanza de una pecera debe ser sumamente cuidadosa, con etapas consecutivas para no alterar la salud de esta preciosa fauna.

Las criaturas de agua dulce son muy susceptibles, por lo que una mínima alteración en su zona de confort puede producirles estrés y repercutir en su conducta. Así que, si disfrutas de la vida marina y llevarás las aletitas coloridas a tu nueva estancia, es fundamental conocer cómo desmontar su hábitat y trasladarla sin arriesgar su vida. 

Ahora, es necesario saber el tiempo que tardará el desplazamiento o tener una aproximación, pues de ello dependerá el tratamiento que requieren tus pececitos y el resto de su mini biósfera. Por lo general, no solo hay peces, también hay sustratos, plantas, decoración y accesorios que ameritan una manipulación cautelosa para preservar el ambiente subacuático mientras está fuera de la estructura de vidrio. 

Asimismo, es importante conocer el tamaño de la pecera, puesto que si se trata de un acuario de grande será vital la ayuda, pero si es una pecera o un nano acuario no habrá problema en hacerlo sin asistencia. Y ¿en qué momento iniciar su mudanza? Debes considerar que los peces, al igual que otros animalitos que experimentan una mudanza doméstica, son los últimos en cerrar la puerta de la casa y los primeros en ocupar la nueva estancia. Esto, porque su estrés está relacionado con el tiempo que pasan fuera de su entorno aclimatado, ¡más tiempo, más estrés!

¿El traslado es menor a 6 horas? ¡Así debes hacer la mudanza de una pecera!

Para que tus vertebrados acuáticos cojan sus maletas, lo primero que debes evitar es darles comida el día anterior al traslado, de modo que no haya una acumulación de heces en la bolsa de transporte y se conserve la higiene del agua. En segundo lugar, te recomendamos que busques bolsas térmicas o de fondo redondo. Este tipo de bolsas son magníficas para ellos, ya que no tienen esquinas en las que pueda dificultarse la circulación de agua. 

La vida doméstica de los vertebrados acuáticos depende de un sistema eléctrico instalado en la pecera, retíralo, sécalo muy bien y protégelo con plástico de burbujas o papel de embalaje. Antes de sacar a las elegantes criaturas, extrae las piedras, el ornamento y las plantas, estas últimas debes introducirlas por separados (si son de diferentes tipos), en bolsas infladas, con una escasa cantidad de agua, de manera que conserven la humedad y no se deterioren. 

Bien, “¡NADAREMOS, NADAREMOS!” ¡Es momentos de “pescar” y necesitarás un poco de oxígeno! Este elemento es básico para tenerlos a salvo y no bastará solo con el del agua. Entonces, saca los pececillos con una red y mételos en bolsas, con no más del 30 % de agua (de acuerdo al volumen del recipiente), previamente infladas con oxígeno y recúbrelas con papel periódico, con una bolsa opaca o mételas en cajas, dado que la luz puede alterarlos, además estarán más seguros que en bolsas sueltas y su temperatura permanecerá estable. 

¿Qué hacer con el agua y el sistema en la mudanza de una pecera?

  • Por nada del mundo, las peceras o los acuarios deben desplazarse con agua, porque están diseñadas para estar fijas en un sitio. En caso de moverlas como las olas del mar, pueden quebrarse.
  • Comienza a drenar el agua con una manguera de sifón y guarda la mitad del agua total en almacenajes cerrados, como bidones o cubos con tapa, pero no los lleves a tope. El otro 50 % del agua puedes desecharla.
  • Bien, esta es la parte engorrosa: remover el sustrato. Puedes hacerlo con una palita plástica. Si el sustrato está formado por uno nutritivo y uno no nutritivo, entonces quita la parte sin nutrientes y envásala; del mismo modo, desprende la nutritiva y consérvala en un contenedor aparte. ¡Ambas se van contigo!
  • Cuando la mudanza de una pecera tardará más de ocho horas, extrae del filtro el material filtrante y almacénalo en bolsas, con poca agua e infladas, tal como el reino Planeta del hábitat marino.
  • Una vez que esté el acuario desprovisto de vida, desmóntalo y procede a envolverlo con suficiente plástico de burbujas de calidad y refuérzalo con adhesivo resistente. Si deseas un blindaje superior, arrópalo con mantos de tela suave o plásticos e introduce esta instalación de vidrio en una caja de cartón doble, rotulada así: ULTRA FRÁGIL. ¡Nada podría ocurrirle a la casita de tu fauna brillante!

Mudanzas confiables y responsables en la Unión Europea.

Tras estar preparados para abandonar la vieja vivienda con tus pececitos, ten en cuenta que los movimientos en el transporte deben ser mínimos para no estresarlos más. Puedes conversar con los mudanceros para que los ubiquen en el sitio con “menos bailes” dentro del camión. Si bien es cierto, a nosotros nos relaja estar en el agua, imagínate cuanto les fascina a los peces (es su vitalidad), por lo que sacarlos de su entorno habitual es un ataque a su confort y un desafío para su sistema nervioso. ¡Cada paso debe ser riguroso y planificado!

Los viajes dentro de la misma comarca pueden ser más fáciles de sobrellevar para las mascotas que aquellos recorridos que atraviesan las fronteras. Sin embargo, si tu destino cruza territorios internacionales, viaja con un equipo preparado para llevarte “al infinito y más allá” junto a tus amados animales. ¡Estamos hablando de Bizidem! Nuestro staff sí que sabe manejar el estrés y llevarlo al reposo. ¡Que nadie se estrese, que nada se afecte, contáctanos!

mudanza de una pecera sin afectar la salud de las mascotas marinas

¿Concibes el traslado como un episodio caótico? ¡No somos terapeutas, pero sí profesionales en mudanzas! ¡Desbloquea un nivel en tu vida, uno en el que disfrutes tu mudanza! ¡Sé parte de nuestra comunidad de lectores!

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