MUNDAZAS
DE
VIVIENDAS

Sería ideal que cuando nos mudamos sólo encogiéramos la vivienda y la metiéramos dentro del coche, pero realmente es un procedimiento elaborado. Hacer una mudanza de vivienda es seleccionar las pertenencias, separarlas por ambientes y usos, agruparlas en cajas y embalarlas, este proceso sólo es para los artículos de fácil manipulación, aunque sabemos que el “gran terror” está en los de mayor peso y difícil movilidad o los que tienen mayor valor.

Hacer mudanzas de hogar es planificación y tiempo exclusivo para todo el ajetreo que conlleva modificar nuestra localización en el mapa. Sin duda, la idea de mudarse es emocionante y emocional, hablar del “nuevo hogar” es una aventura, es atreverse a mover las rutinas, las labores, las pertenencias y hasta el cesto de la ropa de lavandería, aquella manifestación milenaria que pocos se atreven a reubicar.

Mudarte significa dejar y renovar. Es un cambio de todo y para todos, incluso para tus niños. Es para nada traumático y puede pasar a convertirse en una de las mejores vivencias que hayas experimentado, siempre que cuentes con el apoyo y la asesoría correcta, pues del “punto A hasta el punto B” está el traslado de una vida que se desplaza de una vivienda a otra.

El único enemigo que pueden tener las mudanzas de vivienda es el “codiciado tiempo”. Entre tus ocupaciones es posible que las horas sean insuficientes y para un protocolo de mudanza las vas a necesitar … después de un breve silencio en el que te debates en cómo tener unos días para mudarte o a quien pedir ayuda,¿has pensado en solicitar un servicio de mudanzas?